miércoles, 6 de junio de 2012
Amelia Lapeyrière
PALABRA UBICUA
a Amelia Biagioni
Leer es el comienzo,
leer cada palabra hasta la percepción total
de su existencia.
Sentir la imagen, irrevocable, clara,
esos versos escritos para el próximo viaje
con dedos cristalinos
pese al agotamiento.
Un transportar las cenizas,
-las de su propia ausencia-,
un contemplarse en ellas
hasta hacerlas perder en la memoria.
Y al llegar a la última línea
el poema se entrega
puro, definitivo, manso,
corolario supremo de la vida:
el transvasar la muerte,
para ser
infinito
Palabra ubicua,
inmensurable,
sello final
de su escritura.
VIRTUALIDAD DE LOS ESPEJOS
El sol se aleja
se quiebra el horizonte
muere el paisaje.
La metáfora vive en el poema.
En la virtualidad de los espejos
hay ojos interiores
que nos salvan.
CENIZAS DEL VUELO
Las cenizas son aves deshechas
después de su vuelo.
Hacen falta otras alas
para perseguir el aire.
UTOPÍA
Y entonces
pudo ver cómo se devanaba el tiempo
poco a poco
para volver a armarse
en un ayer distinto
de un ahora intenso.
Aunque sólo fuera
un instante frágil
inmensamente puro.
Agradezco a la entrañable poeta Amelia Lapeyrière, el envío de su libro Cenizas del vuelo, Buenos Aires, Editorial Vinciguerra, Colección Summa, 2011.
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Obra
Poesía
Unánime latido
Esa instancia infinita
Gotas de existencia
Cenizas del vuelo
Cuentos
En el umbral de lo posible
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